Reflexiones sobre la formación formal, no formal e informal

La formación del profesorado, una vez enfrentado al mundo laboral se realiza de manera informal con el intercambio de experiencias en el día a día con los compañeros, que siempre son fuente de ideas y saberes, pero gracias a los recursos que actualmente nos proporciona Internet también puede hacerlo de forma autónoma investigando y estudiando temas que le interesen. Esta última es la que yo prefiero, entrar en contacto a través de la red con otros profesionales, con otras metodologías y recursos que en principio despiertan mi curiosidad y a partir de ahí buscar información y herramientas para asimilarlas o , en el caso de los recursos, poder llegar a usarlos en tu quehacer docente.

También me parece genial ir adquiriendo la formación por un camino formal, a través de cursos y seminarios o participación en grupos de trabajo o jornadas educativas, ya sea de forma presencial o telemática que permitan certificar. Para mí es indudable que, tanto de forma autodidacta como a través de cursos y experiencias formales, la calidad en nuestra profesión docente pasa por una formación permanente y continua, pero aquí me planteo:

¿Debería ser esta formación permanente algo obligatorio o debería dejarse al libre albedrío de cada profesor?

En mi región, Murcia, al igual que decía Nieves María en el blog del curso que ocurre en Valencia, o en Castilla-La Mancha como indicaba el compañero Amalio Martínez, desde la Administración se potencia la formación continua mediante incentivos económicos en forma de sexenios, pero está comprobado que esto no siempre es eficaz. Yo creo que quien no tiene ese afán por saber, esa curiosidad bajo mi punto de vista esencial en nuestra profesión, no va a formarse por más que desde fuera alguien intente "obligarle o aconsejarle" que debería hacerlo, a veces se apuntan a cualquier curso que surja y el interés es nulo.

Como directora, el tipo de formación que más me gusta para un colegio es el de los cursos de formación en centros porque nacen de una necesidad o inquietud detectada en el centro, y son realizados por una gran cantidad de maestros del mismo, por lo que luego se puede implementar mejor en las aulas lo aprendido y contrastar con los compañeros.